La fusión de Pichichi y Zarra
- Sergio Vázquez
- 10 nov 2015
- 2 Min. de lectura
"Cada hombre contiene varios hombres en su interior, y la mayoría de nosotros saltamos de uno a otro sin saber jamás quiénes somos". Paul Auster

A Rafael Moreno Aranzadi se le conoce como Pichichi porque así le apodaban los zagales mayores que él. A principios del siglo XX, las plazas de Bilbao veían como el pequeño Rafael, sobrino de Miguel de Unamuno, driblaba a su rivales que le superaban en edad y estatura. La historia del primer futbolista que anotó un gol en San Mamés fue corta, tanto en lo futbolístico, retirándose con 29 años para dedicarse al arbitraje, como en lo personal. La funesta vida de Pichichi, que posteriormente se convertiría en leyenda, terminó a los 30 años de edad.
Telmo Zarra, de quien ya existen fotos en color, fue otro ariete histórico en el fútbol español. Integrante de la segunda delantera histórica del Athletic Club de Bilbao, su registros goleadores en liga solo han sido superados recientemente por un Extraterrestre argentino. El récord que mantiene es el de jugador que más veces ha sido máximo goleador -seis-.
Las leyendas de Pichichi y Zarra, más acordes con cuentos literarios que con la realidad, están unidas por los colores rojiblancos y por el olfato goleador. Pero son historias distintas, e incluso los premios que llevan su nombre ya nunca van de la mano. El diario Marca creó en la temporada 2005/2006 el trofeo Zarra, otorgado al máximo goleador español de la temporada. Quizás alguien ya sospechaba que era necesario crear un galardón específico para el goleador nacional, pues el trofeo Pichichi, el que verdaderamente vale, corría peligro de volar fuera de España.
Y así ha sido. Desde que el Zarra existe como tal, no ha significado más que un accésit literario para el goleador español de turno. Una palmadita en la espalda a los Villa, Negredo, Aduriz y compañía que tenían que conformarse con el premio de consolación. "Lo has intentado, pequeño", resonaba en sus oídos, mientras veían como Portugal o Argentina llenaban sus vitrinas de trofeos. Pichichi y Zarra, las personas y los premios, siempre han ido por separado.
Esta temporada, extraña en los goleadores desde el principio, pueden cambiar las tornas. Messi está lesionado y Cristiano lo parece. En la ausencia de los dos jugadores que se han repartido el premio en los últimos seis años, la tabla está más igualada que nunca. Neymar, que no es Dios pero sí su profeta, lidera el ranking con los perseguidores pisándole los talones. Lo más llamativo es que de los once futbolistas que le acechan, hasta ocho son españoles. La deflación de los registros y el buen estado de forma Agirretxe, Javi Guerra y otros muchos puede hacernos volver al pasado y fusionar a Pichichi y a Zarra, como si jugaran al Austeriano divertimento de las identidades. Pueden volver a ser uno, como cuando Güiza o Tristán se alzaban con ambos trofeos sin tener que llegar a la treintena de goles.
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