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Babel en Ipurúa

  • Foto del escritor: Sergio Vázquez
    Sergio Vázquez
  • 15 oct 2015
  • 3 Min. de lectura

"La Tierra giró para acercarnos el uno al otro. Giró sobre sí misma y adentro de nosotros, hasta que por fin nos juntó en este sueño". Poema de Eugenio Montejo que aparece en la película 21 gramos

Sábados 26 de septiembre. Eibar-Celta. Minuto 68. Entra Eddy Silvestre al campo. En el verde ya está Inui, que ha sido titular. Coinciden por primera vez en la convocatoria con Hajrovic. Los dorsales de estos tres nuevos fichajes -6, 8 y 11- piden protagonismo. Un azerbaiyano, un japonés y un bosnio en Ipurúa. Podría ser un chiste pero sus trayectorias se parecen más a una película de historias cruzadas dirigida por Alejandro González Iñárritu.

Eddy Silvestre nació el año 1992 en España, en contra de lo que pueda decir su tez morena. En Almería, concretamente en Roquetas de Mar, dio sus primeras patadas al balón. Debieron mostrar calidad, porque el Milán le selección para que se formara durante dos años en su escuela en España. Tras un breve periplo en el Polideportivo Ejido, recaló en el Real Murcia, donde realmente se formó como futbolista. Después de un efímero paso por el Granada, Eddy busca asentarse en la élite con el Eibar, club al que llegó el pasado verano.

Hasta aquí todo relativamente normal. Es el molde típico de un chaval que busca continuar su progresión en el fútbol, al que se ha dedicado desde pequeño. La peculiaridad de la historia de Eddy es su ascendencia y el abanico de posibilidades que tenía para elegir selección que defender. Tenía, porque el joven ya eligió hace unos meses. El pasado 28 de marzo debutó con Azerbaiyán en un partido de clasificación para la Eurocopa de 2016 contra Malta. ¿Qué sucede en 23 años para que un chaval que nace en Roquetas de Mar acabe jugando con Azerbaiyán?

Muy sencillo. Su exótica ascendencia le permitía escoger entre hasta tres selecciones: España, por nacimiento; Angola, por parte de padre; Azerbaiyán, por ascendencia materna. Eddy estaba convencido de jugar con Azerbaiyán desde que la Federación de fútbol de ese país le llamó para atraerle, allá por 2013. Sin embargo, su situación personal le hizo posponer el debut. Pero la llegada de Robert Prosinecki como seleccionador cambió la tesitura. Le convenció personalmente y le citó para el partido ante Malta. Jugar con Azerbaiyán era una forma de honrar a su madre, y por eso se puso su apellido en la camiseta: Israfilov.

La internacionalidad de Eddy Silvestre hace que, por primera vez en su historia, el Eibar sufra el temido virus FIFA. Nunca en la historia un jugador ha sido convocado por su selección mientras estaba vinculado al equipo armero. Y esta temporada ya ha pasado dos veces. Si Eddy ha disputado estos días dos partidos con Azerbaiyán -contra Italia y Bulgaria- Hajrovic, otro fichaje, también ha sido citado por su selección, Bosnia-Herzegovina. Para más guasa, Hajrovic tampoco defiende los colores del país en que nació.

Un año antes que Eddy nació Izet Hajrovic, y lo hizo en Suiza. Defendió la camiseta helvética en las categorías inferiores e incluso debutó con la absoluta en un amistoso ante Túnez en 2012. Un año después, se decantó por jugar con Bosnia, de donde sus padres son oriundos. La FIFA confirmó que podía ser seleccionable, pues con Suiza no había hecho el debut oficial. Dicho y hecho. Hajrovic se convirtió en un fijo en las convocatorias en incluso disputó el pasado Mundial.

El cóctel de nacionalidades exóticas en Ipurúa se corona con el último ingrediente, originario de Japón. Takashi Inui, quien también ha sido convocado por su selección en varias ocasiones, hizo historia nada más aterrizar en Ipurúa. Para empezar, se convertía en el primer asiático en la historia del equipo guipuzcoano. Para seguir, su fichaje representaba el desembolso más importante del Eibar por un futbolista, pagando 300.000 euros por el japonés.

Parece que se ha asentado en el once, pero todavía es una incógnita el rendimiento que puede dar el ex del Eintracht. Lo que está claro, es que tiene tirón mediático. Con 27 años, Inui se ha hecho un nombre, sobre todo en su país. Un dato demoledor lo demuestra. Mirando Twitter, El Eibar se acerca a los 72.000 seguidores. Inui tiene más de 85.000.

Eddy, Hajrovic e Inui llegaron el pasado verano al Eibar. Poco a poco van entrando en las citaciones y su número de minutos sobre el campo crece con el paso de las semanas. Los tres, con su origen exótico, se juntaron por primera vez en una convocatoria en el encuentro contra el Celta. Quién sabe si el final de la película de González Iñárritu les tiene reservada una línea de tres mediapuntas para ellos.

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